La criocirugía veterinaria es una técnica ampliamente utilizada en el tratamiento de tumores cutáneos benignos y malignos en perros, gatos y otros animales.
En medicina veterinaria, la criocirugía con DERMAFREEZE es un método eficaz y mínimamente invasivo utilizado para tratar diversas afecciones dermatológicas en animales. El procedimiento implica la aplicación de temperaturas extremadamente bajas para congelar y destruir el tejido anormal.
El procedimiento DERMAFREEZE es ventajoso porque causa menos dolor, reduce el sangrado y acelera la recuperación en comparación con los métodos quirúrgicos convencionales.
Entre las indicaciones más comunes se encuentran los papilomas virales, los adenomas sebáceos, las queratosis, los fibromas y ciertas neoplasias malignas de pequeño tamaño, como el carcinoma escamocelular en estadios iniciales. Además, se utiliza para eliminar lesiones ulcerativas e hiperplásicas en la piel y mucosas, incluso aquellas localizadas en zonas de difícil acceso, como párpados, orejas y región perianal.
Otro uso de DERMAFREEZE en medicina veterinaria es en el tratamiento de la hiperplasia gingival y lesiones orales, especialmente en perros. También se puede utilizar para tratar lesiones virales y pequeñas verrugas en caballos y animales exóticos, como conejos y roedores, debido a su enfoque menos invasivo.
Los beneficios del procedimiento DERMAFREEZE incluyen la no necesidad de suturas, un menor riesgo de infección y una rápida recuperación, lo que lo convierte en una excelente alternativa para animales mayores o aquellos con contraindicaciones para la anestesia general.
Con su amplia aplicabilidad y seguridad, la criocirugía con DERMAFREEZE se ha convertido en un recurso cada vez más utilizado en dermatología veterinaria, ofreciendo soluciones efectivas y menos agresivas para el tratamiento de diversas afecciones de la piel en los animales.